martes, 15 de junio de 2010

Dos campos de batalla



Cualquier excusa puede ser buena para colgar en nuestro blog una foto del Guernica, en este caso es para resumir, a modo de Reader`s Digest, un artículo de John Berger publicado el pasado sábado en El País (12/06/10).
Un grupo de niños del más conflictivo extrarradio parisiense pintó, en el mismo estudio donde Picasso creó su gran obra, su versión actual acerca del horror y la violencia. Lo pintaron el año pasado 29 niñas y niños con edades comprendidas entre 5 y 11 años en el mismo tamaño que el original: 3,50 x 7,80 m. J.B. reflexiona sobre cómo ha cambiado el mundo en los últimos 70 años en relación con la importancia del suceso que dio origen al cuadro y dice: "A quienes gobiernan hoy el mundo no les espanta lo que pasó en Guernica. Pero a los chavales del distrito 19 de París sí parece espantarlos el mundo en el que viven." Se pregunta en qué se diferencian las dos versiones y responde:"Picasso decía que su Guernica era una alegoría. En él no hay referencia a las bombas, a las calles destruidas ni a la ciudad vasca arrasada. La única referencia al suceso concreto se hace a través del dolor representado. (...) En su entrañable réplica, estos niños y niñas parisienses hacen algo completamente distinto. Ellos sí aluden directamente a los bombardeos, las bombas, los edificios que se vienen abajo, los tanques. (...) Los chavales están acostumbrados a enfrentarse a ellos como algo que les resulta familiar, que reconocen y comparten y que, sin embargo no tiene nombre."
En el articulo se reproducen también algunos comentarios que hicieron los niños a sus propios dibujos preparatorios: "dos calaveras sobre los ojos de la nube para dar todavía más miedo con los ojos de muerto". Refiriéndose a la extraña figura de la izquierda a la podría estar acercándose la paloma. Es mitad blanca y mitad negra. Sostiene en la mano blanca una flor y en la mano negra una llama: "no sabe de qué lado estar. Uno que está por la paz, por ejemplo, puede ponerse un día del lado de la guerra porque le han quitado algo."
Termina J.B. sugiriendo a quienes nos administran que exhiban estas dos pinturas juntas durante dos o tres meses, en la misma sala la una enfrente de la otra. Así podríamos pasar entre ellas, observar su diálogo y ver con mayor claridad el mundo en que vivimos.
Me hubiera gustado poner el enlace para poder leer el artículo completo, pero inexplicablemente no lo he encontrado, por lo que parece sólo lo han publicado en papel.