viernes, 25 de junio de 2010

Que bueno.

Este título es el microrelato más corto de la historia escrito por la argentina Luisa Valenzuela según cuenta Enrique Vila-Matas en su libro Dietario voluble. El truco consiste en un titulo provocadoramente extenso:

El sabor de una medialuna a las nueve de la mañana en un viejo café de barrio donde a los 97 años Rodolfo Mondolfo todavía se reune con sus amigos los miércoles por la tarde.
Que bueno.

Luego cuenta, E.V-M., que fue a visitar a la residencia de estudiantes a Pepín Bello por su 103 cumpleaños. "Pepin Bello. Buenazo, imprevisible, aragones de Huesca, estudiante de medicina que nunca aprobó un examen, hijo del director de la Compañia de Aguas de Madrid, ni pintor ni poeta... no fue nada más que nuestro amigo inseparable." Esto decía Luis Buñuel de él que compartió junto a Dalí, Lorca y otros sus años de juventud en la madrileña residencia de estudiantes y ahí sigue. Por eso a E.V-M. se le ocurre modificar el título de este microrelato, no el texto, de la siguiente forma:

El sabor de una medialuna a las doce de la mañana en un viejo café de barrio, junto a la residencia de la calle Pinar, donde a los 103 años Rodolfo Mondolfo, es decir, Pepín Bello, todavía se reune con sus amigos los miércoles por la tarde.
Que bueno.

Desgraciadamente el último representante vivo de la generación del 27 murió, precisamente con 103 años el 11 de Enero de 2008. En la wiki me entero que es considerado el fotógrafo de la generación del 27 porque son suyas la mayoría de las que se conservan. E.V-M. se refire a él como «el arquetipo genial del artista hispano sin obras». Al menos podemos decir que fue fotógrafo.